POR FAVOR ¿PUEDEN ESCUCHARME?
Agradecemos al Dr. Jesus Marchal Escalona habernos cedido este articulo de su Blog
Por favor ¿Pueden escucharme?
Lo primero que haré es presentarme: me llamo Jesús Marchal Escalona y como pueden ver en la foto soy muy muy pequeño (tengo unas cinco células) pero ese soy yo. Necesito hablar y que me escuchen; el asunto es el siguiente: me he enterado de que los mayores andan discutiendo en estos días sobre cuáles son los embriones que podemos nacer y cuáles no (según me han dicho a esto le llaman aborto y selección de embriones)
Lo primero que haré es presentarme: me llamo Jesús Marchal Escalona y como pueden ver en la foto soy muy muy pequeño (tengo unas cinco células) pero ese soy yo. Necesito hablar y que me escuchen; el asunto es el siguiente: me he enterado de que los mayores andan discutiendo en estos días sobre cuáles son los embriones que podemos nacer y cuáles no (según me han dicho a esto le llaman aborto y selección de embriones)
Creo que debo hacerlo para dar voz a otros
embriones-compañeros que no pueden hablar y no son consultados; yo soy
un embrión defectuoso ya que en mi vida adulta desarrollaré una enfermedad
que se llama ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Por lo visto si detectan una
alteración en el cromosoma 9 los médicos y los papás se ponen de acuerdo para
eliminarte. ¿Entonces cómo es que estoy vivo? Muy sencillo, aún no se conoce exactamente la
alteración y por eso me he librado, pero
esto ya les ocurre a otros embriones-amigos que en un futuro pueden desarrollar
una distrofia muscular o una poliquistosis renal, por ejemplo.
No se desecha solo a los enfermos, también a los niños que son concebidos y sus
mamás no quieren tenerlos. En este caso
no es porque tengan una enfermedad, están sanos, se trata de que sus madres tienen problemas de diferente tipo y por eso abortan.
En este tema los adultos no se ponen de
acuerdo, unos hablan de derechos, otros de leyes, otros de principios, otros de
libertades, pero creo que dado que se
trata de nuestra vida todos deberían escucharnos y tener muy en cuenta
nuestra opinión. Por eso tomo el micrófono y hablo ya que parece que no tenemos
voz en este entierro.
Lo primero que quiero que sepan es que aunque
seamos pequeños, los embriones ya somos
personas. Estoy absolutamente convencido de ello y mis “razones” están al
margen de ideologías, religiones, políticas, moral, corrientes de pensamiento, ética (sobre todo
porque son palabras muy difíciles para un embrión tan chico como yo). Pienso así porque sé que en un futuro
estudiaré medicina y con 17 años recibiré mis primeras clases. Las lecciones de embriología me mostrarán que
las células germinales de los papás son y serán siempre por separado solo
células, pero cuando se unen y forman el
cigoto (el embrión más pequeño) comienza un proceso mágico, increíblemente
perfecto, que inicia un proceso de desarrollo y diferenciación que no se
detendrá durante toda la vida: acaba de
venir a la vida un nuevo ser diferente de su papá y de su mamá. Es como si
un reloj comenzara a funcionar y a golpe de segundero y de forma automática las
células de este embrión iniciaran un baile misterioso donde cada una sabe lo
que hacer.
Como sé que esto puede ser difícil de
entender voy a poner un ejemplo: un
embrión se puede comparar a un libro desplegable cerrado; a simple vista
podemos pensar “es solo un grupo de hojas” pero no es así, es un libro especial, mágico,
que se abrirá poco a poco de forma inexorable hasta formar un bello
paisaje. Si intervenimos en el proceso en cualquier momento el resultado será
siempre el mismo, rompemos el libro, en nuestro caso se elimina una vida
humana.
Hay quienes piensan que si lo rompemos no
pasa nada, que es pequeño, que no tiene aún la forma final del paisaje, que ya
habrá otra ocasión, otro libro, pero no es así: cada libro es único. El mío ponía en la portada JME y no ha habido
ni habrá otro igual. Los embriones queremos abrirnos a la vida, todos, los
sanos y los defectuosos
Por si quedan dudas otro ejemplo: imaginemos una persona famosa y brillante en este
período de embrión, y pensemos que
su madre no quiere tenerlo por unos problemas. Que nadie se sorprenda si en
esta acción podríamos haber eliminado a Nelson Mandela o a la madre Teresa de
Calcuta. Nunca habríamos disfrutado de ellos y sus legados desaparecerían
porque nunca existieron. Sus hermanos Antonio Mandela y Engracia de Calcuta
siguieron otros caminos porque son
diferentes.
Más crudo lo tengo yo como embrión
defectuoso: los médicos dirán que es
mejor eliminarme porque voy a sufrir mucho,
que mi enfermedad es incurable, que mi familia también sufrirá, que
necesitaré mucha ayuda… Pero ahora
hablaré yo: gracias a todos por preocuparse de mí pero va a ser que no, yo quiero vivir. Nadie puede ponerse en mi lugar ni darme
lecciones sobre lo que es sufrir, yo estoy muy curtido en este tema. Entiendo
que vista desde fuera mi vida puede parecer poco atractiva, pero es la única
que conozco. Para mí los primeros 35
años que estarán libres de enfermedad serán intensos y felices, me casaré y tendré
dos hijos. Los siguientes 13 años aunque difíciles también me merecerán la pena
ya que aunque esté enfermo seguiré siendo el papá de la familia.
Para terminar y en nombre de todos los
embriones dos grandes propuestas:
Primero
que sepan que los bebés queremos nacer
TODOS, QUEREMOS VIVIR, desde los
embriones pequeños hasta los fetos grandotes.
Segundo
que la sociedad tiene que apoyar a las mujeres que se quedan
embarazadas y tienen problemas para tener a su bebé. No debemos dejarlas
solas, es importante que miremos a los
dos lados para solucionar un problema que no tiene por qué acabar eliminando al más débil, el niño.
PD.
Texto escrito con la ayuda de un ratón facial (que hace moverse al puntero del ordenador con
los movimientos de la cabeza) tecleando letra a letra en un teclado de pantalla
haciendo clic en el ratón con el único dedo que puedo mover
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